Los nuevos requisitos regulatorios, la caída de la rentabilidad por los tipos cero, la competencia de las insurtech y la espada de damocles del envejecimiento de la población son ejemplos del momento de disrupción que afecta al sector asegurador. Todo ello bajo el paraguas de la nueva regulación de Solvencia II que, debido a los excesos cometidos durante los años de crisis, obliga entre otras cosas a aumentar el capital de las compañías aseguradoras.

Así se puso de manifiesto la semana pasada durante el 7º Encuentro del Sector Seguros organizado por IESE y patrocinadado por EY, que ya avanzamos la semana pasada y donde Pilar González de Frutos, presidenta de UNESPA, aseguró sobre la nueva norma que «no puede implantarse en una aseguradora en menos de tres o cuatro años, ya que supone instalar la gestión basada en riesgos, adaptar las políticas de gobierno corporativo pasando por la aplicación de la fórmul

a estándar o las obligaciones mínimas de transparencia. Todo esto hace que la entidad aseguradora, cuando implanta Solvencia II, en realidad se vea sometida a una tensión de cambio muy acusada, que hace necesaria la implantación de periodos transitorios y

el desarrollo de guías suficientemente flexibles», según recoge ABC. Además, recordó que hay dos

periodos en marcha, el actual y que debería finalizar en el año 2018, marcado por la actual puesta en marcha de la normativa y el de revisión de la norma que comenzaría inmediatamente después y terminaría a finales de 2020.

Globalización Denis Kessler, presidente de SCOR, hizo referencia en su intervención a la encrucijada que supone la globalización, a los riesgos a los que hay que hacer frente como los del cambio climático o el aumento de la competencia en el sector, que «ha hecho bajar los precios, con lo que la rentabilidad de las aseguradoras está ahora a la baja», dijo.

Evolución demográfica y digitalización.

 Por su parte, Manuel Martínez Pedraza, socio responsable de seguros de EY, apuntó como principales retos y desafíos a los cambios en los comportamientos y necesidades de los asegurados como consecuencia de la evolución demográfica y la digitalización. «Esto obliga a las aseguradoras a adaptar sus productos y a situar al cliente, aún más si cabe, en el centro de su estrategia. Asimismo, las entidades se enfrentan al reto de lograr niveles de rentabilidad sostenibles en una doble dimensión: por un lado, la necesidad de optimizar el rendimiento de las inversiones y, por otro lado, la necesidad de dar más eficiencia a su estructura de costes». Sobre el reto tecnológico, señaló que exige adaptación por parte del sector para cubrir las expectativas de los clientes y que puede permitir también un ahorro de costes.

Ahorrar para la jubilación

Sobre el envejecimiento de la población, la dependencia y el ahorro para la junilación hablaron Ignacio Eyries, director general de CASER SEGUROS; Vicente Cancio, consejero delegado del GRUPO ZURICH; y Antonio Trueba, director general de VIDACAIXA. Los dos primeros confirmaron que el sector tiene que evolucionar y ser capaz de desarrollar los servicios a la personas ya que si los españoles no son capaces de ahorrar para la jubilación, menos aún para la dependencia. Muy relación ado con el envejecimiento están los

seguros de salud, aspecto que Eyries relacionó con tecnología en el sentido de que da mucha información sobre pacientes y que hay que saber aprovecharla.

En la misma línea, Trueba indicó que hay que sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de ahorrar para la jubilación y «desde las aseguradoras tenemos que aumentar los servicios relacionados con el envejecimiento» ya que «la Administración ni está ni se la espera», recordando que existen varias soluciones como «sustituir un sistema de reparto por otro de capitalización, como se hace ya en muchos países».

Fusiones y tecnología

Sobre fusiones y adquisiciones en el sector, los expertos opinaron que el número de empresas en la

industria aseguradora obligará a que se den, impulsadas por la irrupción de la tecnología, que hará también que aumenten las alianzas entre empresas para no duplicar inversiones.

En este sentido, Cancio explicó que ZURICH hay 150 analistas de datos que cruzan información para adaptar al máximo los productos a los cambios de los clientes, si bien señaló que la cuestión de fondo es saber sacarle partido al análisis de los datos a un coste eficiente.

Trueba aseguró que «todos estamos invirtiendo mucho dinero en comprar minas pero lo que interesa es encontrar diamantes, o lo que es lo mismo, extraer valor de los datos». Así, destacó que el uso de la tecnología está sirviendo también para cruzar datos entre compañías y, de ese modo, poder detectar con más rapidez los fraudes.